sábado, 20 de noviembre de 2010

Mientras desfallece el órgano


Domo latidos en una jaula de cristal
para quienes lo más cercano, extraterrestre,
son las huellas dac-ti-la-res
que observan y señalan.

Mis fieras mansas,
escépticas al yugo contractual, fieles
a mi grácil querer.
Mudable querer.
Mutable querer.

Conflicto de intereses
salidos de mí
sin salir de mí.

Ellos, Él y Yo.

La jaula revienta.
Un estanque de
trocitos transparentes bañados en borgoña
sobre el suelo.
Confeti inerte tras la fiesta.

Nadie se queda a recoger.

No hay comentarios:

Publicar un comentario