viernes, 26 de octubre de 2012

Fotograma


En el cenit de una noche impar,
cráteres en los párpados
y el reflejo acuoso en las retinas.
Un brillo oleáceo sobre la frente.

En el cenit de una noche impar,
(Pausa)
(Suspensión)
todos los ángulos escriben sus historias.

martes, 19 de abril de 2011

"... and his face was a hole
where the ice had not been thick enough to hold her." 


Simon Armitage, Not the furniture game

jueves, 17 de febrero de 2011

"Y también eso era propio de él: de él que no sabía concebir deseos opuestos a la naturaleza de la Luna, su curso y su destino. Y si ahora la Luna tendía a alejarse de él, pues bien, él iba a disfrutar de este alejamiento como havia disfrutado hasta entonces de su cercanía."

Italo Calvino, Le cosmicomiche

jueves, 6 de enero de 2011

XV


Brotamos:
un nido de vida entre las malezas.
Y “que la (esta) vida iba en serio...”,
aún nadie se ha detenido a contárnoslo.

Nada más relevante hoy
que expiar el polvo que nos mengua
mientras crece
bajo la cama,
monstruo de nuestros trajines nocturnos.

Nada más relevante nada más revelarnos
tal como somos,
un nido de vida entre las malezas
que quiebra techo
firme, suelo
firme, sexo
firme.

Nada tan firme como la anemia del ser.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Efecto afecto defectivo

La habitación individual 206 huele a sábanas almidonadas y a esterilización sanitaria: Magda se hospeda en un antiguo edificio de viviendas reconvertido en hotel del barrio más pobre de Praga. Una pastilla de jabón empaquetada, un vaso de plástico empaquetado y un par de toallas o muy limpias o recién compradas. No sabe dónde se van a buscar las cálidas acogidas, es evidente que aquí no. De hecho, tampoco era su propósito encontrarlas, “aunque uno siempre piensa que quizás...”.

Al cabo de unos días, la habitación individual 206 ha adquirido ya un olor de hogar transitado. La pastilla medio usada, el vaso manchado de labio inferior y las toallas húmedas por el suelo. Las sábanas más arrugadas que su ceño fruncido de preocupación por los tantos desconocidos o torpemente conocidos que las han visitado. En poco tiempo Magda ha convertido esto en un lugar acogedoramente cálido como aquél que, sin pretendidamente buscarlo, esperaba encontrar tarde o temprano, “porque uno siempre piensa que quizás...”.


Cuando hubo finalizado su misión en Praga –nada relacionado con la reinstauración del comunismo–, sin motivos para quedarse ni motivos para volver, decidió ir; dejando atrás la habitación individual 206 de la vida inducida, prestada y transitoria. Sin motivos para quedarse ni motivos para volver, decidió ir allí donde las puertas no son numeradas, ni los interiores asépticos, ni los techos alquilados.

Magda duerme a la intemperie con el billete de avión aplastado contra el pecho.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mientras desfallece el órgano


Domo latidos en una jaula de cristal
para quienes lo más cercano, extraterrestre,
son las huellas dac-ti-la-res
que observan y señalan.

Mis fieras mansas,
escépticas al yugo contractual, fieles
a mi grácil querer.
Mudable querer.
Mutable querer.

Conflicto de intereses
salidos de mí
sin salir de mí.

Ellos, Él y Yo.

La jaula revienta.
Un estanque de
trocitos transparentes bañados en borgoña
sobre el suelo.
Confeti inerte tras la fiesta.

Nadie se queda a recoger.